Crónica periodistica
Bochornoso episodio, arruina la Carrera de una
famosísima modelo estadounidense
Hotel Sheraton-
Movilización de medios por el vergonzoso hecho que sufrió Catherine Stewart de
21 años de edad.
Hotel Sheraton
de Retiro, lugar de donde ocurrió el hecho.
El pasado sábado
4 de abril el famoso y explendoroso hotel Sheraton de Avenida San Martin fue
escenario de un episodio bochornoso para la famosísima modelo de 21 años,
Catherine Stewart.
Eran
aproximadamente las 22hs, cuando toda la prensa argentina, estaba esperando la
llegada de Stewart desde Estados Unidos, para ver el lanzamiento de su nueva
marca de ropa.
Retrasada,
Stewart llego al gran hotel, con la ansiedad que la caracteriza. Bajo de su
elegante limusina, con un gran vestido de encaje, muy sensual, pero la imprecisión
de su chofer para marcharse le jugó una mala pasada: su sensual pero peligroso
vestido, al cerrarse la puerta de la limusina, se engancho y desarmo, lo que
dejo a la señorita Stewart al desnudo en medio de una multitud de gente.
Personal de
seguridad, alertados por la situación, salieron del hotel para asistir a
Stewart y rápidamente la llevaron hacia una de las mejores habitaciones del
hotel para que pudiera reparar el vestido. Sin nada que hacer, el personal se
retiró de la habitación dejando enloquecida, angustiada y avergonzada a la
pobre joven.
Para continuar
con la mala suerte, las modistas de Stewart, no estaban presentes aquella noche
porque la joven habría ordenado que se quedaran en Estados Unidos para
confeccionar nuevos vestidos.
La situación
empeoraba, la gente fuera del hotel, ansiosa por el comienzo del gran evento,
se preguntaba dónde podría estar Stewart y como solucionaría su inconveniente.
Aparentemente para su público era muy sencillo solucionarlo.
Pasado demasiado
tiempo de espera, el público comenzaba a preguntarse ¿Cómo podría importar
tanto ese vestido, si la modelo tenia millones? Sin respuesta alguna, y con
mucho enojo, el público comenzó a
retirarse del evento.
Empresarios y
organizadores, preocupados, se preguntaron si la joven estaría bien y por qué
se retrasaba tanto. Cansado, por la espera, el jefe de la joven, el señor Bruno
Parin, ingreso en la habitación, donde la sorprendió con elementos de costura
en sus manos reparando el vestido. El, como jefe, no tenía manera de ayudarla,
aunque le daba el aliento necesario para que lograra su objetivo.
Reconfortada
por el aliento de su jefe, pero todavía avergonzada, se la escucho gritar de
felicidad: -¡YA ESTA LISTO! Ansiosa, se cambió y bajo al gran evento.
Al llegar al
salón principal, la angustia la atrapo cuando vio que la gente que esperaba con
mucha ansia el lanzamiento de su gran marca se había retirado.
Sus jefes se
enfurecieron. Organizadores y demás le informaron que daban por finalizado su
contrato.
Entristecida,
Stewart se retiró del salón, pero en la planta baja del hotel, la esperaban los
medios, y el público que, a pesar de su enojo, tenían ansiedad por ver el
lanzamiento de su marca de ropa.
Sus jefes,
arrepentidos por los errores cometidos, se disculparon con la joven, y junto
lograron llevar a cabo el evento.
Aunque todavía hay algunos problemas de acentuación, está mucho mejor...
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