Continuación del primer capítulo "La historia interminable"

Durante el tiempo de espera, los cuatro desiguales mensajeros se hicieron  muy amigos, y también, siguieron juntos, en la larga espera para ver a la Emperatriz Infantil.
Luego de un mes todos los médicos de toda Fantasía no encontraron remedio para la Emperatriz Infantil, pero los mejores médicos de toda Fantasía decían que era necesario ir a buscar un médico mucho mejor a un lugar desconocido para los habitantes de Fantasía, el cual iba a traer la solución para la enfermedad de la Emperatriz Infantil, pero nadie sabía cómo llegar hacia ese lugar desconocido, solo los fuegos fatuos, que tenían la habilidad de recorrer lugares peligrosos e irreconocibles por los demás.
Pero ellos no podrían hacer ese trabajo solos, porque, se decía, que había obstáculos, que ellos no
podían atravesar, entonces los tenían que acompañar los comerocas.
Luego de una hora los fuegos fatuos partieron hacia ese lugar irreconocible con la compañía de los comerocas.
Luego de una semana los habitantes de Fantasia se habían quedado con la Emperatriz Infantil, pero ya no sabían qué hacer porque no sabían nada de lo que había pasado con los habitantes de Fantasía que habían marchado hacia el lugar desconocido. Hasta que vieron a los fuegos fatuos y a los comerocas llegar desolados porque no habían encontrado remedio para la Emperatriz Infantil,
entonces propusieron que todos los habitantes de Fantasía fueran a buscar el remedio para la Emperatriz Infantil porque había lugares más pequeños o muy extensos que solo los comerrocas y los diminutenses podían atravesar.
Luego de una semana de la gran búsqueda, los diminutens es y los comerrocas llegaron con el remedio para la Emperatriz Infantil, pero en el camino de vuelta se encontraron con los enemigos de la Emperatriz Infantil, los cuales no querían que ella se recuperara.
Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.